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Tu me enseñaste todo lo que ahora estoy viviendo, me enseñaste que la vida, no se cuenta por días y por semanas sino por los momentos que llegues a vivir en ellos, también me enseñaste, que el amor no consiste en besarse, sino también, en querer que para poder amar hay que querer, porque sino no lo puedes llamar amor, también me llegaste a enseñar, que los verdaderos amigos no son todos los que dicen serlo, sino que son los que se cuentan con solo una palma de la mano si si, solo con una.
También un día me dijiste que no solo sonries cuando eres FELIZ, sino cuando esa persona que tanto te importa esa persona, que te parece interesante te hace reír, te hace que tengas un impulso tan tan tan grande, que la verdad es lo más hermoso que me has enseñado, y si contamos, lo que me enseñaste de la tristeza?, oh dios mió, la tristeza, eso si que es bonito, llorar… me enseñaste que llorar, no es por un momento en el que no estés contenta, aunque sea lo contrario a feliz, sino que tú estas tristes, cuando estas enamorado, tú lloras, cuando de verdad te importa alguien, la verdad, cada vez que lloro, aunque sea por una herida, yo llego a llorar y a sonreír a la vez, porque sé que llorar, solo es un sentimientos que todos queremos hacer pasar por un momento triste pero también hay que decir, que en momento felices lloras como nunca. Por eso, siempre hay que darle buen sentido a todas las cosas, para que las cosas malas sean buenas, para que las cosas buenas sigan siendo buenas, para que nuestra vida llegue a ser perfecta, solo por el hecho de que cada uno para si mismo, es perfecto.